Reforma agraria
La reforma agraria intentaba transformar la estructura agraria española, al crear una numerosa clase de pequeños propietarios dotando de tierra al campesino, y acabar con el latifundismo. Para ello se expropiarían mediante indemnización las grandes propiedades, así como las tierras que eran arrendadas sistemáticamente. La ley, aprobado por Manuel Azaña en septiembre de 1932, preveía un ritmo de asentamiento anual de 60000 a 70000 campesinos. A finales de 1933 se habían ocupado 24302 Has. repartidas entre 4339 campesinos. Al año siguiente se detuvo el proceso por la llegada de la CEDA al poder en octubre de 1934, en el trascurso del año 1934 hubo 12260 nuevos propietarios repartidos en 529 fincas.
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